PREGUNTAS FRECUENTES
El mercado energético y de servicios es altamente fluctuante. Esto significa que los precios pueden cambiar rápidamente. Además, tengo otros clientes a los que debo atender con la misma calidad y atención. Mantener plazos cortos nos ayuda a garantizarte la mejor oferta disponible y respetar los tiempos acordados.
Las promociones suelen tener una vigencia de un año, salvo especificación diferente en el presupuesto o contrato. Pasado ese plazo, las condiciones promocionales podrían cambiar debido a variaciones en el mercado o cambios internos.
Recordatorio. Al contratar el servicio llevas incluido:
– Revisión anual de tu contrato y consumo. Cada año, reviso tu situación energética para asegurarme de que tienes las mejores condiciones posibles. So el mercado cambia o hay algo que mejorar te lo haré saber.
– Revisión extraordinaria. Si alguien te ofrece un precio más bajo, no dude en decírmelo. Lo estudiaré y, si es viable, haré los ajustes necesarios para que sigas ahorrando con las mejores condiciones. Aunque trabajo sola y mi revisión es anual, quiero asegurarme de que te sientas respaldado siempre.
El término de potencia es el precio que un consumidor de luz paga por la cantidad de kilovatios (kW) que tiene contratados, es decir, por la potencia de la que dispone y que determina la cantidad de aparatos electrónicos que puede tener conectados a la vez en su vivienda.
El término de potencia también se denomina término fijo de luz, y es el importe que se paga por la potencia contratada. Esta parte fija ha de abonarse aunque no se realice ningún consumo eléctrico.
Cada compañía eléctrica fija precios diferentes para el término de potencia, por lo que antes de decidirse por una u otra, es conveniente que el cliente estudie bien qué potencia necesita en su vivienda y compare las distintas compañías para ver cuál ofrece un término de potencia más económico.
Para calcular el término de potencia solo hay que tomar como referencia el precio que paga por la potencia y multiplicarlo por la cantidad de kW que se tienen contratados. El resultado de esa multiplicación será el término fijo que deberá abonar en su factura.
En una factura de la luz, los impuestos habituales son:
- IVA o IGIC (según la región): Un porcentaje aplicado al consumo total.
- Impuesto de Electricidad: Específico para el suministro eléctrico, calculado sobre la base de la energía consumida.
Otros cargos regulados: Pueden incluir tasas por uso de redes, cargos de capacidad, etc.
El coste varía. Generalmente, cambiar la potencia implica:
- Subida: Incluye derechos de extensión, acceso y enganche, lo que puede costar entre 40 € y 70 € por kW adicional.
- Bajada: Suele ser más económica, alrededor de 10 € a 15 € por gestión administrativa.
Debes realizar un cambio de titularidad lo antes posible. Esto es crucial para evitar que futuras facturas lleguen a tu nombre. Además:
- Coste: Generalmente, es gratuito si se realiza correctamente.
- Evitar baja del servicio: Dar de baja el suministro y luego activarlo de nuevo puede implicar un coste elevado (150 € – 300 € dependiendo de la instalación y potencia). Mantener el suministro es más económico a largo plazo.
- Documentación necesaria:
- Documento de identidad del titular (DNI, NIE o pasaporte).
- Certificado de instalación eléctrica (CIE) o boletín eléctrico.
- Dirección completa del inmueble.
- Acreditación de la titularidad del inmueble como propietario o inquilino.
- Potencia contratada solicitada.
- IBAN para domiciliación bancaria.
Coste: Dependerá de la potencia contratada, pero incluye derechos de acceso (unos 20 €/kW), extensión (unos 17 €/kW) y enganche (alrededor de 10 €). Para un contrato típico de 4,6 kW, podría rondar los 200
La forma de pago es a través de cuenta bancaria.